Resaltamos esto:
se trata de un proyecto que el Poder Ejecutivo envía al Congreso, y que,
lógicamente, puede sufrir allí -de prosperar- algunas modificaciones; puede
que, incluso, no logre consenso parlamentario para convertirse en ley.
Pero, como
decíamos, vamos a destacar algunos “tips” del proyecto elaborado por el
gobierno:
-
No
es automático ni general:
se trata de una propuesta que el
Estado hace a todos los beneficiarios, pero que cada jubilado o pensionado debe
evaluar en forma particular y decidir, individualmente, si la acepta o no.
Si acepta la propuesta, se formaliza un acuerdo, en el que el beneficiario debe estar patrocinado por su abogado
(o buscar a uno, si es que no lo tiene), e implica la renuncia a cualquier
reclamo judicial en trámite o posterior.